Hola mi amo y amigo:
Soy yo, Zeus, que te hablo desde el cielo para los animales, a donde me he ido a residir eternamente después de mi paso por la Tierra.
No llores por mí, mi amigo y amo durante más de quince años, si mal no recuerdo.
Me diste en vida un hogar, alimentos y cuidados hasta el último momento, pero sobre todo, me diste tu afecto y tu compañía.
Lo último que querría es verte sufrir por mí.
Ahora que ya no estoy contigo, con vosotros y me refiero a Salem, Ourus y Sola, no quiero veros tristes.
Deseo amo, que cuando pienses en mí, sonrías, pues así sabré que mi recuerdo te hace feliz.
Quiero que recuerdes los buenos momentos que compartimos, nuestras muestras de afecto mutuo, nuestros juegos... y si alguna vez te defraudé o me porte mal, te pido que me perdones.
Por favor no te deshagas de mis juguetes, ni de mi cama, ni de mis cosas, porque en vuestro mundo quedan aún mis hermanos, Ourus y Sola y aún el independiente Salem, que también darían sus vidas por compartirla contigo.
No, no digas que no quieres tener otro perrito más que se lleve tan bien como me he llevado en vida con Sola, Orus y también con Salem, ese gato negro con el que aparezco en la foto.
Espero que mi muerte no sea en vano, que sirva para que otros animales tengan la suerte de poder vivir y conocer lo maravillosa que fue tu amistad, que descubran como yo descubrí, el cariño del ser humano que hay en ti.
Para despedirme, te repito que no quiero que estés triste. Yo no lo estoy, porque sé que estoy en ese rinconcito especial para mí, en mitad de tu corazón.
Dedicado a mi hermano para que se le pase la tristeza que tiene.
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